Morir matando
Conducía deprisa mientras las balas impactaban en la carrocería del coche. Ella miró sus manos manchadas de sangre y sintió una punzada de dolor.
- ¿Por qué lo hiciste?
Él no la hacía caso y sacaba el máximo rendimiento al exhausto motor. Él también sentía punzadas de dolor y se veía incapaz de mover la pierna derecha. Ésta caía plomiza sobre el pedal del acelerador.
- ¿Sabes? Él me enseñó todo lo que sé. Pero sobre todo dos cosas. La primera: a matar. Y la segunda, y no por eso menos importante... - miró a la mujer mientras una lágrima asomaba por el rabillo de su ojo izquierdo - y la segunda, a morir matando.
Un instante después la luz cegó todos sus sentidos y ni siquiera se dijeron adiós.
- ¿Por qué lo hiciste?
Él no la hacía caso y sacaba el máximo rendimiento al exhausto motor. Él también sentía punzadas de dolor y se veía incapaz de mover la pierna derecha. Ésta caía plomiza sobre el pedal del acelerador.
- ¿Sabes? Él me enseñó todo lo que sé. Pero sobre todo dos cosas. La primera: a matar. Y la segunda, y no por eso menos importante... - miró a la mujer mientras una lágrima asomaba por el rabillo de su ojo izquierdo - y la segunda, a morir matando.
Un instante después la luz cegó todos sus sentidos y ni siquiera se dijeron adiós.
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