"Él sólo quería llegar a casa. Pero un mal día lo tiene cualquiera"
Bansky
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Si algo puede sorprendernos en la actualidad, eso es la gratuidad. No podemos pensar que alguien haga algo de manera desinteresada. A no ser que hablemos de un santo o un loco, y para ser lo primero, hacen falta buenas dosis de lo segundo. Robin Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, seguramente se quedaba unas cuantas monedas para pagar a Little John y los suyos, y comprarle cosicas monas a Marian.
Robin Hood inventó algo que ahora está muy de moda: la figura del intermediario. LasONGs, para funcionar, requieren pagar unos cuantos sueldos de administración. Y si se trata de hacerlo por altruísmo, en el fondo la solidaridad es el mejor detergente para las conciencias. Y no pasa nada, es mejor que un niño coma gracias a nuestra culpabilidad antes de que muera por nuestro cinismo. Los artistas han sido los únicos que han sabido dar al mundo algo gratuito: su mundo interior. Desde perdedores funcionales como Van Gogh, hasta benditos dementes como Kurt Cobain. Uno murió pobre, sin ver reconocido su talento, y el otro fue sobredimensionado y destrozado por la fama. Pero los dos tenían una fuerza expresiva, una manía o enfermedad, que les llevó a cambiar sus disciplinas de manera determinante.
Sin embargo, en ambos existía el interés de alcanzar cierta fama, reconocimiento o simple atención. Creo que es el justo pago al artista, porque sin ese precio, el arte cae en el olvido Sin embargo, encontrar a estas alturas alguien que se dedique a una disciplina artística que no genere ningún beneficio y huya de la fama, es el sueño de todo amante del misterio y el romanticismo. Bansky, un tipo del que poco sabemos -dicen que es rubio y lleva un diente de plata- cobra por sus obras hasta 25.000 libras, expone en Norteamérica y Reino Unido, y trabaja para Greenpeace, Puma y la MTV. También se ha autoeditado varios libros con obras y textos suyos.
Lo que hace a especial Bansky, que se hizo famoso por colgar algunas obras suyas en museos famosos de forma ilegal, es que nadie sabe ni su edad, ni su verdadero nombre. Sólo existen algunas descripciones físicas, pero ninguna foto. Podríamos pensar que es un artista excéntrico... que puede ser. Pero lo cierto es que el anonimato le conviene cuando se pone el traje de vándalo callejero.
En el Reino Unido están hartos de las pintadas de este individuo, que se dedica a reconvertir los espacios urbanos en lienzos en los que exponer su visión del mundo... un tanto especial. Crítico con el capitalismo y la autoridad, propone reflexiones de lo más variopintas. A mí personalmente me gusta, no sólo estéticamente, sino también el mensaje.
Le suelen acusar de vendido, pero a mi me parece bien. Por un lado, hacer las cosas que hace, deben llevar tiempo y dinero. No sólo las que vende, sino también las que "regala" a la alegre sociedad inglesa. Quizá sólo sea para promocionar su vida comercial, pero no le pega. Prefiero pensar en el héroe romántico que "ensucia" las calles de reflexión. Según él:
"La gente que controla nuestras ciudades no entiende los grafitis porque piensan que lo que no da beneficios no debe existir. Los que realmente mutilan nuestras ciudades son las empresas que garrapatean lemas gigantescos a través de edificios y autobuses, que tratan de incomodarnos si no compramos lo que anuncian... Cualquier anuncio en el espacio público que no te da ninguna opción sobre si lo que ve es o no es suyo, le pertenece, para transformarlo y reutilizarlo. Pedir permiso para usarlo es como pedir permiso para usar una piedra que alguien te tiró a la cabeza."
Yo estoy plenamente de acuerdo con él. Otra cosa es que yo sea donante de ruido. Y no soy rico.
Letu y Pitxi, las protagonistas del vídeo. Vía Lain/Flickr El otro día en un vídeo recomendado por un amigo en Facebook encontré este otro en los "vídeos relacionados". Del que recomendaba mi amigo, ni me acuerdo. Sin embargo no puedo dejar de escuchar esta canción. Se titula Zure doinua , que creo que significa "Tu melodía". El tema original es de un grupo que se llama LOR y son de Elorrio -Vizcaya/Bizkaia-. Los miembros que forman LOR. Vía Gor. Las chicas que cantan la versión son Kristina - pitxi - y Leire - letu -, y son componentes de un grupico guipuzcoano llamado Lain . Ambos grupos, LOR y Lain, no suenan mal. No son del todo novedosos, pero al menos tienen talento para llegar a la gente. También creo importante resaltar el lirismo del euskera, que sé de buena tinta que mucha gente cree que no lo tiene. Pero creo que escuchando a pitxi y a letu se les quitaran esas ideas de la cabeza en un suspiro. Letra traducida: Euri asko egin du neska lehenengo lazta...
Hay algo peor que no poder domir, despertar dentro de un ataud invisible que no quieres abandonar. El cuerpo toma la consistencia de una roca forrada en plomo, los párpados se quedan pegados y la mente pasa a un contínuo fundido en negro. Aunque al principio es una sensación confortable, de repente despiertas en un sitio ajeno y hostil, totalmente distinto al mundo en el que estabas antes. Vértigo, ausencia, vacío, y muchas veces, asfixia. Siempre se tarda varios segundos en reconocer la habitación, la cama, el propio mundo en el que te acostaste. Tu cuerpo se siente agarrotado, la mente embotada y la garganta completamente seca. Judas se sentía así cada mañana desde que cumplió los 3 años, aunque él no lo sabía entonces. Entonces le aterraba irse a la cama porque sabía que cuando se durmiese, instantáneamente, volvería a resucitar al día siguiente. Era un síndrome desconocido que había desconcertado tanto a los médicos como a sus padres. Habían probado todo tipo de medicamentos...
Durante un instante surcó la luz a lomos de una partícula de polvo, perdido en los vértigos y remolinos que generaba la misma naturaleza del aire. Diminuto, compartió el tiempo con los rayos del sol perezosos, que le señalaban en su trepidante viaje y le hacían brillar. Era agradable huir de la dictadura de la gravedad, olvidar la densidad y el peso exacto de las cosas, no distinguir su color y su textura. Tan sólo dejarse llevar por las fluctuaciones de su montura, resolver la contingencia de los lados y buscar el siguiente salto al vacío. Un instante en el mundo diminuto puede ser una vida. Cuanto más pequeño, el tiempo es más breve, pero puede ser más largo. La duración de un momento es una percepción subjetiva, pero un átomo cuando se desintegra no tiene una percepción subjetiva de cuánto supone eso. Mientras pululaba en su partícula de polvo entre los rayos del sol imaginó empequeñecer aún más, agarrarse a un puñado de fotones y atravesar las moléculas para agarrarse al...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA mi también me encantan sus graffitis. Los había visto por internet, pero nunca me había planteado quién estaba detrás. Saludos!
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